Sarna con gusto… ¡sí pica! (todo lo que debes saber sobre esta patología)
La sarna o escabiosis es la infestación por un ácaro, llamado sarcoptes scabiei. “Se trata de un ácaro microscópico, de unos 0-4 milímetros de diámetro, con un cuerpo redondo y ocho patas”, asegura la dermatóloga Elia Roó. Además, es parásito obligado del ser humano y penetra en la epidermis, con un ciclo vital de 30 días y poniendo tres huevos diarios.
Habitualmente, las infecciones consisten en 20 ácaros; sin embargo, hay un tipo de infección que aparece en pacientes inmunosuprimidos, la sarna costrosa, en la cual puede haber más de un millón de ácaros.
¿Cómo es su contagio?
La sarna se contagia por el contacto de persona a persona. También se considera una enfermedad de transmisión sexual.
Síntomas
El síntoma más habitual es el picor intenso. Cuando se trata de niños, se les nota más irritables y nerviosos. Además, aparecen pequeños granos o erupciones en los pliegues.
Diagnóstico
El diagnóstico de la sarna se lleva a cabo, en numerosas ocasiones, mediante la historia contada por el paciente y el examen visual. Asimismo, se puede coger un raspado y utilizar el microscopio, de tal manera que se detecte el ácaro y sus larvas.
Las personas más predispuestas a contagiarse son:
- Niños.
- Madres de lactantes.
- Personas que tienen contacto físico con los niños.
- Ancianos que viven en instituciones de largo plazo.
Tratamiento
El tratamiento no es difícil, puesto que se trata con una crema que debe aplicarse sobre la piel limpia y bien hidratada. Además, es fundamental que sigan el tratamiento todas las personas que hayan estado en contacto con la persona afectada. De este modo, se evitan las recaídas.
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