Los fármacos que toma un paciente anticoagulado previenen la formación de trombos
Un paciente anticoagulado necesita medicarse para evitar las consecuencias de ciertas condiciones o enfermedades que aumentan la tendencia de la sangre a coagularse y a formar trombos que taponan y obstruyen los vasos sanguíneos.
El Dr. Rafael Vidal, tesorero de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), advierte en este vídeo de #telodigodecorazón, especial COVID-19, que un paciente anticoagulado con sospecha de COVID-19 debe tener en cuenta lo siguiente:
- Debe continuar con su tratamiento anticoagulante salvo que reciba alguna indicación contraria.
- Sus estudios de anticoagulación quizá se espacien más en el tiempo.
- En caso de estar mal controlado, su médico le propondrá telefónicamente que cambie de tratamiento.
En caso de tratamiento por COVID-19…
Existen medicamentos que aumentan la acción de los anticoagulantes orales y otros que la disminuyen, por lo que el paciente siempre debe llevar una lista con los fármacos que le están permitidos y contraindicados. Los más conocidos entre los vetados, son los antiinflamatorios ya que algunos tipos, según las dosis, pueden afectar a la acción anticoagulante.
En caso de contagio de la COVID-19, el paciente anticoagulado podría comenzar a recibir un tratamiento específico cuyas implicaciones podrían ser:
- Suspensión de la anticoagulación y sustitución por heparinas de bajo peso molecular.
- Cambio de anticoagulante de acción directa.
No obstante, cada caso debe atenderse de manera individualizada. «Lo importante es que los pacientes anticoagulados continúen el tratamiento y contacten con el médico de atención primaria para coordinar el seguimiento de su estado de salud», subraya el Dr. Vidal.
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