Mi hijo tiene piojos, ¿qué hago?
Hay un momento en la vida que comparten casi todos los padres y madres y que no es nada agradable… tampoco es nada grave pero eso sí , es un poco engorroso. De repente, el más pequeño de la casa no para de rascarse la cabeza y, al echar un vistazo a su pelo, ¡horror, está llena de liendres y piojos! ¿cómo debemos afrontar esta situación? ¿existen tratamientos efectivos? ¿podríamos haber hecho algo para prevenir la aparición de los «pipis» en el pelo de nuestros hijos?
Desmontando mitos
Los piojos son un insecto hemtófago que parasita en el cuero cabelludo y se alimenta de nuestra sangre. En contra de la creencia popular, hay que dejar claro que los piojos ni saltan, ni vuelan, la realidad es que no tienen alas.
Tampoco es verdad que se contagien por una mala higiene o por un nivel socioeconómico más bajo, afectan a todos y, sobre todo, a los más pequeños. Esto último ocurre por la forma de jugar de los niños, suelen pegar una cabeza con otra, este es el motivo por el que ellos tiene piojos con mucha más frecuencia que los adultos.
Tratamiento de los piojos
La dermatóloga Elia Roó nos recomienda lo siguiente para hacerle frente a los temidos piojos:
- Pediculicidas, que se venden en forma de champús o lociones en las farmacias pero cuidado porque «no debemos abusar de estos productos porque su uso continuado puede ser tóxico», aclara Roó.
- Exploración y arrancado manual con lendrera, tal y como explica la doctora «este método lleva tiempo, hay que dedicar una hora o más, pero es lo más eficaz y lo más sano».
- Vinagre, este método tradicional hay que aplicarlo y dejarlo actuar durante 20 o 30 minutos y «esto va a ayudar a eliminar las liendres, pero no va a destruir al parásito adulto», puntualiza la dermatóloga.
- Champú del árbol de té, es otro método tradicional que puede ayudar a acabar con las liendres.
Prevención
Algunas pautas para tratar de prevenir la aparición de piojos y liendres serían por ejemplo:
- Hacer que los niños vayan al colegio con el pelo recogido o corto.
- Pedirles que no compartan ni gomas del pelo ni horquillas.
- Evitar que los niños cuelguen sus bufandas y abrigos en los percheros del cole donde la ropa está muy junta.
- En casa es conveniente que tengan su propia toalla y su propio cepillo.
- Pasarles la lendrera semanalmente unas 2 o 3 veces para comprobar que no tienen piojos y quitar las liendres en caso de que haya.
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