La EPI, una solución a la tendinitis
La EPI, Electrólisis Percutánea Intratisular, consiste en aplicar en el tendón una corriente, llamada corriente galvánica, mediante una aguja muy fina y guiándose por ecografía para llegar a la lesión del tendón. “Esta corriente galvánica va a tener unos efectos biológicos sobre ese tendón deteriorado”, explica el podólogo Álvaro Iborra.
¿Cuáles son los efectos biológicos?
- Inflamación.
- Proceso de regeneración biológico propio del paciente, gracias al cual se producirá una reparación y regeneración del colágeno.
Todo ello hará que el tendón esté más sano y se quite el dolor.
Esta práctica tiene buenos resultados pero no sirve para todos los tendones, ya que es necesario que mediante la ecografía se defina correctamente el deterioro y situación del tendón.
¿Cómo se lleva a cabo la EPI?
A pesar de que la aplicación de la EPI suele ser dolorosa, se hace sin anestesia. “En Avanfi la vamos a realizar con un poco de anestésico local porque no es necesario hacer daño al paciente”, asegura Iborra. Por ello, después de aplicar la anestesia se practica la técnica, de tal manera que esta se convierte en indolora. Además, se lleva a cabo en la consulta con el fin de que el paciente se encuentre cómodo. El número de sesiones está alrededor de las 4 o 5, realizándose una por semana.