El nuevo coronavirus puede producir trombosis intravasculares e infectar la unidad funcional del corazón
«Tener una cardiopatía previa no presupone un mayor riesgo de contagio», afirma el Dr. José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), que incide en que el contagio viene determinado por no seguir las recomendaciones sanitarias de protección y confinamiento.
Ahora bien, sí se está más expuesto si se ha tenido una enfermedad cardiovascular previa, como el infarto de miocardio o arritmias; hipertensión no bien controlada, diabetes u otras enfermedades debilitantes del sistema inmune. «Ante estos casos, la protección debe ser máxima», incide el Dr. Palma.
Anatomopatólogos y cardiólogos de China, Estados Unidos y de Europa, reunidos en una teleconferencia para determinar qué complicaciones cardiovasculares son imputables al virus y qué consecuencias podían tener en el corazón, describieron que un 20-25 % de las autopsias a pacientes fallecidos por el nuevo coronavirus determinaban que la causa de la muerte no fue el síndrome respiratorio agudo (neumonía viral), sino una causa o enfermedad cardiovascular.
¿Qué efectos tiene el nuevo coronavirus sobre la salud cardiovascular?
El nuevo coronavirus no solamente tiene la capacidad de infectar la unidad funcional del pulmón, el alveolo, sino que también atraviesa el endotelio y pasa la pared de las arterias pequeñas (microcirculación), donde produce trombosis intravasculares que complican el cuadro, con nuevos infartos de miocardio y más insuficiencia cardíaca, entre otras consecuencias.
Además, el SARS-CoV-2 puede infectar la unidad funcional del corazón, el miocardiocito, y producir una inflamación local por esa infección, desarrollándose una miocarditis viral que induce una insuficiencia cardiaca de mayor o menor grado.
Es por esta razón que los pacientes con enfermedad cardiovascular, hipertensos, diabéticos, mayores o con un sistema inmune debilitado tienen más posibilidades de tener complicaciones cardiovasculares que aquellos que no padecen los pacientes más jóvenes.
A partir de los 70 años surgen las complicaciones, mientras que en personas jóvenes y niños la COVID-19 y la enfermedad cardiovascular asociada tienen muy poca representatividad clínica.
Descubre más artículos sobre Corazón y COVID-19 en el canal Corazón y sobre Salud cardiovascular en el canal COVID-19.