Cómo saber si mi prótesis de rodilla no funciona bien
Los principales síntomas que nos deben hacer pensar que nuestra prótesis de rodilla no funciona bien son el dolor, que puede variar en intensidad, y la inestabilidad, es decir, la percepción del paciente de que no tiene seguridad en su prótesis. «El paciente tiene la sensación de que su prótesis de rodilla le puede fallar, siente que no se puede apoyar en ella», explica el traumatólogo Manuel Villanueva.
El dolor: identificar tipos y causas
El especialista tendrá en cuenta la historia clínica e interrogará al paciente sobre ese dolor, le preguntará si el dolor:
- Se produce cuando el paciente esté caminando
- Si el dolor es reposo
- Si se produce quemazón
- Si se produce en el momento del apoyo
- Si el dolor va a más o a menos a medida que el paciente camina
A través de este sencillo interrogatorio el especialista ya puede obtener información sobre cuál es la naturaleza del dolor. Puede concluir que sea un dolor por alguna de las siguientes causas:
- Irritación o daño de los nervios
- Mala fijación de la prótesis al hueso
- Aflojamiento de la prótesis
La causa de la inestabilidad, un reto para el especialista
La causa de la inestabilidad, que se da con bastante frecuencia, es más compleja de identificar. Por parte del paciente está claro lo que siente, básicamente tiene la sensación de no confiar en su rodilla, de no poder hacer fuerza con la pierna.
«Muchas veces el paciente no hace fuerza porque siente que se le va a abrir la pierna y, sin embargo, ocurre que de esa modo inhibe la musculatura», apunta el doctor. Es muy importante acudir al especialista y que este, antes de hacer una cirugía de revisión, trate de dar con la causa de esa inestabilidad de forma precisa.