¿Cómo gestionar el estrés durante el confinamiento por COVID-19?
Gestionar el estrés durante el aislamiento ayuda a sobrellevarlo y permite crecer
Tener que quedarse en casa, con la prohibición de salir a la calle, unido a la incertidumbre de no saber cuánto va a durar el confinamiento por COVID-19, es una doble fuente de estrés, tal como explica la Dra. Rafi Santos, presidenta del Instituto Español de Resiliencia (IER). «Esta situación es como quien tiene que atravesar un túnel: ha tenido puerta de entrada y tendrá puerta de salida», explica la Dra. Santos que ofrece en este vídeo algunas pautas para gestionar el estrés.
Existen dos actitudes con las que reaccionar ante cualquier problema:
- Verlo como una amenaza: así, se generan neurotransmisores que llevan a una situación de mayor tensión, irritabilidad, cansancio, dificultad para dormir, etc. porque se genera cortisol, una hormona que se libera como respuesta al estrés.
- Enfocarlo como una situación difícil que podemos superar: se trata de aprovechar este «momento túnel» para crecer. Es una oportunidad para plantearse cómo mejorar las relaciones con la familia, cómo conocerse a uno mismo y valorar cómo mejorar, etc. De esta forma, «segregamos oxitocina, hormonas de confianza que nos llevan a pensar que vamos a poder con esto», explica la Dra. Santos.
Qué hacer para sobrellevar el confinamiento sin estrés
- Buscar un lugar de la casa donde sentirse a gusto, tanto para teletrabajar como para dedicarse al ocio o descansar.
- Practicar la respiración mediante ejercicios de respiración profunda, diafragmática, reposada y tranquila. Al tomar aire se estiran todos los músculos de la cara y se le envía al cerebro un mensaje de tranquilidad y bienestar. Los ejercicios de inspiración y espiración deben hacerse varias veces, con los ojos cerrados y visualizando algún sitio que nos inspire paz. «Puede ser una puesta de sol, un lugar de nuestra casa o de una casa del pueblo, una playa donde nos guste…», propone como ejemplos la presidenta del Instituto Español de Resiliencia. Tras uno o dos minutos, estaremos preparados para retomar las actividades del día a día más relajados.
- Dejar tiempo para el ocio, por ejemplo, participando con los más pequeños de la familia en juegos de sobremesa, bailar al ritmo de la música o hacer ejercicio también ayuda a gestionar el estrés. «Se segregan muchas endorfinas que nos permiten tener mayor bienestar», concluye la Dra. Santos.
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