Síndrome de dolor regional complejo
¿Qué es?
El síndrome del dolor regional complejo (SDRC) es un trastorno de dolor crónico, es decir, prolongado en el tiempo, relacionado con una disfunción del sistema nervioso central o periférico.
Puede afectar a cualquier parte del cuerpo, en cualquier edad y tanto a hombres como mujeres.
Se han definido dos modalidades:
- SDRC 1: ocurre después de haber sufrido una lesión en un tejido, sin que se dañen los nervios; es más común en las extremidades (brazos o piernas).
- SDRC 2: es una lesión del propio nervio.
También se conoce con los nombres: síndrome de distrofia simpática refleja, o atrofia de Sudeck.
Causas
Las causas del síndrome de dolor regional complejo (SDRC) no están claras. Existen diversas teorías sobre su origen:
- Participación del sistema nervioso simpático en el origen y mantenimiento del dolor, de forma que los receptores nerviosos del dolor son activados por los neurotransmisores de tipo catecolaminas, como la noradrenalina.
- Activación de una respuesta inmunitaria después de una lesión, con síntomas inflamatorios locales de hinchazón, enrojecimiento y calor.
Síndrome de dolor regional complejo: Síntomas
El síntoma principal del síndrome de dolor regional complejo (SDRC) es el dolor. Las características de este dolor son:
- Es intenso y urente, más intenso y desproporcionado a lo que se esperaría por lesión que lo ha provocado (en caso de que haya habido lesión).
- Empeora con el tiempo, en lugar de mejorar.
- Se puede propagar más allá de lugar de la lesión inicial, por ejemplo a toda la extremidad o también al lado opuesto del cuerpo.
- Mayor sensibilidad en la piel ante el mínimo roce.
- Cambios en la temperatura de la piel: más caliente o más fría en comparación con la extremidad opuesta.
- Cambios en el color de la piel: con manchas, con áreas de color púrpura, rojo o pálido
- Cambios en la textura de la piel: brillante y delgada, o con excesiva sudoración
- Cambios en los patrones de crecimiento de las uñas y del vello
- Inflamación y rigidez en las articulaciones afectadas
- Menos capacidad para mover la parte del cuerpo afectada.
- Dura de 1 a 3 meses.
- Dolor urente e intenso que empeora con el más ligero toque o roce.
- Cambios en la temperatura de la piel, alternando entre caliente y frío.
- Crecimiento más rápido de las uñas y el pelo.
- Espasmos musculares y dolor articular.
- Piel que lentamente se torna manchada, púrpura, pálida o roja; delgada y brillante; inflamada; y más sudorosa.
- Dura de 3 a 6 meses.
- Dolor que está empeorando.
- Los cambios en la piel son contínuos
- Uñas que se rompen más fácilmente.
- Crecimiento de cabello más lento.
- Articulaciones rígidas y músculos débiles.
- Dolor que abarca toda la extremidad.
- Movimiento limitado en la extremidad debido contracturas en los músculos y tendones
- Atrofia muscular.
Síndrome de dolor regional complejo: Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de dolor regional complejo (SDRC) es difícil. Es precisa la historia clínica para conocer la evolución del dolor, el tipo de lesión que lo desencadenó (si la hay) y los diferentes síntomas que se asocian. También son necesarias pruebas complementarias como:
- Radiografías
- Gammagrafías óseas
- Electromiografía o estudios de conducción nerviosa
- Termografía: es un examen para mostrar los cambios de temperatura y la falta de irrigación sanguínea en la extremidad afectada
Síndrome de dolor regional complejo: Tratamiento
El tratamiento del síndrome de dolor regional complejo (SDRC) no logra una cura completa. El objetivo es retrasar la evolución de la enfermedad y ayudar a las personas que lo padecen a llevar una vida lo más normal posible y con calidad. Se aconseja comenzar lo antes posible la fisioterapia y la terapia ocupacional, de modo que se mantenga un programa de ejercicios para mantener los músculos y las articulaciones con la movilidad adecuada y aprender a llevar a cabo las actividades de la vida diaria. Igualmente es necesario un apoyo psicológico a modo de terapia para sobrellevar el dolor crónico. También se utilizan medicamentos analgésicos, corticoides, antihipertensivos, antidepresivos y fármacos que frenen el desgaste óseo. Algunas técnicas más invasivas para el tratamiento del SDRC pueden ser:
- Bloqueo nervioso: inyectar un medicamento alrededor de la columna vertebral que insensibiliza los nervios afectados o las fibras dolorosas.
- Bomba de perfusión intratecal: libera directamente medicamentos hacia la médula espinal.
- Estimulador de la médula espinal: colocación de electrodos (derivaciones eléctricas) al lado de la médula; se aplica una corriente eléctrica de bajo nivel para crear una sensación placentera o de hormigueo en la zona dolorosa, que reduce el dolor.
- Simpatectomía quirúrgica: cirugía en la cual se seccionan las fibras nerviosas simpáticas para eliminar el dolor. En ocasiones los síntomas incluso pueden empeorar.
Síndrome de dolor regional complejo: Prevención
No se conoce una prevención eficaz para evitar el síndrome de dolor regional complejo (SDRC).
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