Intoxicación alimentaria
¿Qué es?
Una intoxicación alimentaria es una enfermedad causada por la ingesta de alimentos contaminados con sustancias tóxicas o microorganismos nocivos.
Causas
Pueden suceder por manipulación inadecuada de los alimentos durante su preparación o conservación. Pueden afectar a una persona o a un grupo de personas que hayan tomado el mismo alimento. La contaminación de los alimentos puede ocurrir por diferentes maneras:
- Por la presencia en la carne de microorganismos que estaban en el intestino del animal vivo.
- Por contaminación del agua de cultivo con estiércol o desechos humanos.
- Por mala manipulación en la preparación y conservación de los alimentos durante cualquier etapa del proceso desde la industria alimentaria hasta el comercio, el restaurante o la casa.
- Bacterias de diversos géneros y especies: Campylobacter, Escherichia, Listeria, Salmonella, Shigella, Staphylococcus, Vibrio, Yersinia…
- Toxinas propias de las setas, o de los pescados y mariscos en mal estado.
- Toxinas de las bacterias Clostridium o Bacillus.
- Parásitos
Intoxicación alimentaria: Síntomas
En las intoxicaciones más habituales, los síntomas suelen aparecer pasadas de a 6 horas después de la comida. Síntomas más comunes:
- Cólicos abdominales
- Diarrea líquida o sanguinolenta
- Fiebre y escalofríos
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Debilidad
- Erupciones cutáneas o urticaria
Intoxicación alimentaria: Diagnóstico
Para el correcto diagnóstico es clave el dato del antecedente de ingesta de cualquiera alimento sospechoso y si es posible aportar una muestra del alimento para el análisis toxicológico. Las pruebas complementarias investigan la causa exacta, como la presencia de bacterias o toxinas, y también el grado de afectación de los órganos y sistemas, por ejemplo:
- Análisis y cultivos de sangre y orina
- Cultivo de heces
- Ecografía abdominal
- Otras pruebas de imagen: radiografías, TAC…
- Biopsia hepática
- Endoscopia digestiva
Intoxicación alimentaria: Tratamiento
En los casos leves, el tratamiento sintomático y la hidratación adecuada pueden ser suficientes para superar la intoxicación. Los casos graves pueden requerir ingreso hospitalario o en la unidad de cuidados intensivos para recibir tratamiento específico con antibióticos, antídotos o antitoxina (si es el caso), medidas de soporte vital, diálisis o incluso transplante hepático.
Intoxicación alimentaria: Prevención
Es imprescindible garantizar unas buenas prácticas de higiene y de seguridad en la preparación y conservación de los alimentos para evitar al máximo cualquier contaminación por los agentes tóxicos. En casa:
- Lavarse cuidadosamente las manos antes de preparar o servir los alimentos.
- Cocinar los huevos, carnes y pescados para que no estén demsiado crudos.
- Lavar bien las frutas, verduras y hortalizas.
- Usar platos, cubiertos y utensilios de cocina limpios.
- Mantener los alimentos correctamente refrigerados o congelados según las indicaciones del fabricante o distribuïdor.
- Asegurarse de que los productos lácteos contienen la etiqueta de pastuerizados.
- Consumir agua embotllada en los viajes a zonas de riesgo.
- Consumir las salsas, compotas o aderezos que tengan envases de una ración individual.
- Comer preferiblemente alimentos calientes y recién cocinados.
- Pelar las frutas y las verduras crudas.
- Evitar ensaladas que hayan podido estar lavadas con aguas no tratadas.
- Evitar comidas informales, envases no etiquetados o puestos callejeros.
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